martes, 8 de enero de 2019

El viaje definitivo (ahora tú)


Resultado de imagen de el viaje definitivo




Tú  permanecerás. Y se irán los reptiles
gritando.
Y  permanecerá tu desierto con su dorada duna,
y sin su oasis verde.

Ninguna mañana la tierra será marrón y árida,
y silenciarán, como esa mañana están callando
las voces del  cementerio.

Vivirán estos que te odiaron
y el desierto se destruirá a cada instante;
y  cerca del silencio inigualable, grave,
del  lunes abierto,
del  caballo de las diez, de los despertares secos,
en  el  centro abierto de tu desierto árido y sediento,
tu cuerpo inmortal  llegará, glorioso…

Y tú permanecerás, y serás el mismo, con vida,
 con desierto dorado,  con oasis verde,
con infierno rojo y tormentoso
y se irán los reptiles gritando.







          Y  yo me iré. Y se quedarán los pájaros
              cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico...

Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
Juan Ramón Jiménez


9 comentarios:

  1. Chaimae. 2°BAC B.

    La ruptura final.

    Y tú te irás. Y se quedarán los pájaros sollozando.

    Y permanecerá tu bosque con su seco arbusto
    y con su lago negro.

    Todas las mañanas el cielo será gris y oscuro

    Y dejarán de tocar como aquella tarde estaban tocando
    las campanas del campanario.

    Y vivirán aquellos que te abominaron
    y el pueblo se hará vetusto cada día
    y cerca del bullicio distinto, atronador, ordinario
    del lunes abierto
    del carro de las diez, de los largos sueños de la sala
    en el espacio conocido de tu bosque yermo y revelado
    tu cuerpo de ayer, reposará, dichoso.

    Y tú te irás, y serás distinto, con seco
    arbusto, con lago negro.

    Con cielo gris y oscuro.

    Y se quedarán los pájaros sollozando.

    ResponderEliminar
  2. La estancia provisional

    Y usted se quedará. Y se marcharán los peces callados.

    Y se marchará tu cueva con sus flores marchitas y con su pozo oscuro.

    Ningún alba el mar será claro y manso

    y silenciaran, como esa noche están silenciando

    el órgano de la espadaña.

    Sobrevivirán aquellos que te odiaron

    y el estado decaerá cada día;

    y cerca de la calma idéntica, chillona, corriente,

    del lunes abierto,

    del vagón de las once, del letargo del salón,

    en el escondite evidente de tu cueva chuchurrida y sucia,

    tu esencia del ayer descansará , vigente...

    Y usted se quedará, y permanecerá intacto, con lar y flor

    marchita, con pozo oscuro,

    con mar manso y claro.

    Y se marcharán los peces callados.
    Aya Boulman

    ResponderEliminar
  3. Y nosotros nos quedaremos. Y se irán los anfibios croando.
    Y se marchitara mi huerto con su oscuro árbol,
    y con su estanque negro.

    Todas las mañanas el suelo será oscuro y desagradable
    y callaran, como esta mañana están calladas,
    las campanas del campanario.

    Se curarán aquellos que me odiaron
    y el monte se hará mayor cada mes;
    y cerca del calmado parecido, ruidoso, habitual del lunes abierto,
    del camión de las diez, de las lecturas del jardín,
    en el lugar evidente de mi parcela marchitada
    y sucia

    Y nosotros nos quedaremos, y seremos los mismos, con hogar, con un huerto
    Marchitado, con un estanque oscuro
    Sin suelo y desagradable
    Y se irán los anfibios croando
    ELIAS EL MRABET ABOUS

    ResponderEliminar
  4. Y te irás. Y hasta los pájaros silenciarán su canto
    Un minuto de silencio por la pérdida de tus manos.
    Y no quedará en nuestro huerto ni una triste hierba
    Que murió sola y triste tras haberte marchado.

    Todas las tardes
    Las nubes intentarán ocultar el cielo gris  y turbio

    Y todas las tardes sonaré
    Como un suspiro ahogado
    Gritando auxilio en vano
    Como las campanadas del campanario
    Que esta tarde han sonado.


    Se morirán aquellos a los que amamos
    Y moriremos nosotros sin habernos amado
    Y lejos de un sol pequeño y raro
    Y del mundanal ruido
    De un domingo de Marzo
    Nuestro sitio seguirá
    Intacto y solitario
    y lejos del espacio frágil y desordenado
    de la mañana naranja del pasado
    Donde dos enamorados se cogen de la mano
    Mi frágil alma ilumina la lámpara del tejado
    Que lucha por ser una estrella
    En el frío manto de luces
    negro y opaco.


    Y tú te irás, y yo seré otra, sin cielo, ni tierra donde pisar
    No habrá nubes ni azules
    Y se irá tu risa de azúcar y sal
    Desenfrenada y desaliñada
    Con el gallo que me despertaba
    Siempre a tu lado


    Todos se irán,
    y me quedaré con mi ser ahogado
    En un mar de lágrimas salado
    me quedaré yo
    Mientras se marchan los pájaros
    Siempre
    Esperando.

    NOUHAILA AMAZOUZ

    ResponderEliminar
  5. Bien, pero no cumples con la extensión

    ResponderEliminar
  6. Y yo llegaré. Y se quedará el viento
    murmurando.
    Y se irá mi roca con su constante gris,
    y sus grietas reconstructoras.

    Todas las noches seran tormento y angustia,
    y acabarán, como esta noche,esta acabando,
    con mis mejores recuerdos.

    Volverán aquellos que me odiaron
    y la familiaridad nunca volvera
    y lejos de su típica quietud, constancia, soporte
    de los viernes tarde,
    de los consejos a las dos, los chistes de las tres,
    en la esquina donde siempre estará aquel murmullo
    mi alma morirá.

    Y yo llegare, y seguiré siendo yo, sola, vacía,
    triste, sin mi roca.
    Con noches de tormento,
    Y se quedará el viento murmurando.

    Zoubida Mesbahi

    ResponderEliminar
  7. Y yo llegaré. Y estarán los buitres
    acechando.
    Y seguirá mi huerto con su muerto árbol,
    y con su bruno pozo.

    Todas los noches el cielo será sombrío e intranquilo,
    y cesarán, como esta tarde han cesado
    las campanas del campanario.

    Nacerán aquellos que me odiarán
    y el pueblo se marchitará cada año.
    y lejos de la calma distinta, ruidosa, usual
    del viernes abierto,
    del coche de las ocho, de los insomnios del baño,
    en el rincón conocido de mi huerto desnudo y deslucido,
    mi espíritu de mañana permanecerá, con regocijo.

    Y yo llegaré, y seré el mismo, con hogar, con árbol
    muerto, con bruno pozo,
    con cielo sombrío e intranquilo.
    Y estarán los buitres acechando.

    Mohamed Amine R'kiouak

    ResponderEliminar

Revisa antes de publicar