Tú permanecerás. Y
se irán los reptiles
gritando.
Y permanecerá tu
desierto con su dorada duna,
y sin su oasis verde.
Ninguna mañana la tierra será marrón y árida,
y silenciarán, como esa mañana están callando
las voces del
cementerio.
Vivirán estos que te odiaron
y el desierto se destruirá a cada instante;
y cerca del silencio
inigualable, grave,
del lunes abierto,
del caballo de las
diez, de los despertares secos,
en el centro abierto de tu desierto árido y sediento,
tu cuerpo inmortal
llegará, glorioso…
Y tú permanecerás, y serás el mismo, con vida,
con
desierto dorado, con oasis verde,
con infierno rojo y tormentoso
y se irán los reptiles gritando.
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Y yo
me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol, y con su pozo blanco. Todas las tardes el cielo será azul y plácido, y tocarán, como esta tarde están tocando, las campanas del campanario. Se morirán aquellos que me amaron y el pueblo se hará nuevo cada año; y lejos del bullicio distinto, sordo, raro del domingo cerrado, del coche de las cinco, de las siestas del baño, en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado, mi espíritu de hoy errará, nostáljico... Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido... Y se quedarán los pájaros cantando.
Juan Ramón Jiménez
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Sonó en la mente que sabe apreciarla - Bachillerato I.E.E.S. "El Pilar" de Tetuán (Marruecos)
martes, 8 de enero de 2019
El viaje definitivo (ahora tú)
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Chaimae. 2°BAC B.
ResponderEliminarLa ruptura final.
Y tú te irás. Y se quedarán los pájaros sollozando.
Y permanecerá tu bosque con su seco arbusto
y con su lago negro.
Todas las mañanas el cielo será gris y oscuro
Y dejarán de tocar como aquella tarde estaban tocando
las campanas del campanario.
Y vivirán aquellos que te abominaron
y el pueblo se hará vetusto cada día
y cerca del bullicio distinto, atronador, ordinario
del lunes abierto
del carro de las diez, de los largos sueños de la sala
en el espacio conocido de tu bosque yermo y revelado
tu cuerpo de ayer, reposará, dichoso.
Y tú te irás, y serás distinto, con seco
arbusto, con lago negro.
Con cielo gris y oscuro.
Y se quedarán los pájaros sollozando.
La estancia provisional
ResponderEliminarY usted se quedará. Y se marcharán los peces callados.
Y se marchará tu cueva con sus flores marchitas y con su pozo oscuro.
Ningún alba el mar será claro y manso
y silenciaran, como esa noche están silenciando
el órgano de la espadaña.
Sobrevivirán aquellos que te odiaron
y el estado decaerá cada día;
y cerca de la calma idéntica, chillona, corriente,
del lunes abierto,
del vagón de las once, del letargo del salón,
en el escondite evidente de tu cueva chuchurrida y sucia,
tu esencia del ayer descansará , vigente...
Y usted se quedará, y permanecerá intacto, con lar y flor
marchita, con pozo oscuro,
con mar manso y claro.
Y se marcharán los peces callados.
Aya Boulman
Bien
EliminarY nosotros nos quedaremos. Y se irán los anfibios croando.
ResponderEliminarY se marchitara mi huerto con su oscuro árbol,
y con su estanque negro.
Todas las mañanas el suelo será oscuro y desagradable
y callaran, como esta mañana están calladas,
las campanas del campanario.
Se curarán aquellos que me odiaron
y el monte se hará mayor cada mes;
y cerca del calmado parecido, ruidoso, habitual del lunes abierto,
del camión de las diez, de las lecturas del jardín,
en el lugar evidente de mi parcela marchitada
y sucia
Y nosotros nos quedaremos, y seremos los mismos, con hogar, con un huerto
Marchitado, con un estanque oscuro
Sin suelo y desagradable
Y se irán los anfibios croando
ELIAS EL MRABET ABOUS
Bien
EliminarY te irás. Y hasta los pájaros silenciarán su canto
ResponderEliminarUn minuto de silencio por la pérdida de tus manos.
Y no quedará en nuestro huerto ni una triste hierba
Que murió sola y triste tras haberte marchado.
Todas las tardes
Las nubes intentarán ocultar el cielo gris y turbio
Y todas las tardes sonaré
Como un suspiro ahogado
Gritando auxilio en vano
Como las campanadas del campanario
Que esta tarde han sonado.
Se morirán aquellos a los que amamos
Y moriremos nosotros sin habernos amado
Y lejos de un sol pequeño y raro
Y del mundanal ruido
De un domingo de Marzo
Nuestro sitio seguirá
Intacto y solitario
y lejos del espacio frágil y desordenado
de la mañana naranja del pasado
Donde dos enamorados se cogen de la mano
Mi frágil alma ilumina la lámpara del tejado
Que lucha por ser una estrella
En el frío manto de luces
negro y opaco.
Y tú te irás, y yo seré otra, sin cielo, ni tierra donde pisar
No habrá nubes ni azules
Y se irá tu risa de azúcar y sal
Desenfrenada y desaliñada
Con el gallo que me despertaba
Siempre a tu lado
Todos se irán,
y me quedaré con mi ser ahogado
En un mar de lágrimas salado
me quedaré yo
Mientras se marchan los pájaros
Siempre
Esperando.
NOUHAILA AMAZOUZ
Bien, pero no cumples con la extensión
ResponderEliminarY yo llegaré. Y se quedará el viento
ResponderEliminarmurmurando.
Y se irá mi roca con su constante gris,
y sus grietas reconstructoras.
Todas las noches seran tormento y angustia,
y acabarán, como esta noche,esta acabando,
con mis mejores recuerdos.
Volverán aquellos que me odiaron
y la familiaridad nunca volvera
y lejos de su típica quietud, constancia, soporte
de los viernes tarde,
de los consejos a las dos, los chistes de las tres,
en la esquina donde siempre estará aquel murmullo
mi alma morirá.
Y yo llegare, y seguiré siendo yo, sola, vacía,
triste, sin mi roca.
Con noches de tormento,
Y se quedará el viento murmurando.
Zoubida Mesbahi
Y yo llegaré. Y estarán los buitres
ResponderEliminaracechando.
Y seguirá mi huerto con su muerto árbol,
y con su bruno pozo.
Todas los noches el cielo será sombrío e intranquilo,
y cesarán, como esta tarde han cesado
las campanas del campanario.
Nacerán aquellos que me odiarán
y el pueblo se marchitará cada año.
y lejos de la calma distinta, ruidosa, usual
del viernes abierto,
del coche de las ocho, de los insomnios del baño,
en el rincón conocido de mi huerto desnudo y deslucido,
mi espíritu de mañana permanecerá, con regocijo.
Y yo llegaré, y seré el mismo, con hogar, con árbol
muerto, con bruno pozo,
con cielo sombrío e intranquilo.
Y estarán los buitres acechando.
Mohamed Amine R'kiouak