lunes, 21 de noviembre de 2016

Las bellas durmientes

2 comentarios:

  1. El texto trata sobre estudios, que cando se hacen no se tienen en cuenta, hasta mucho años después, a éstos estudios se les llaman “bellas durmientes”, un nombre apropiado teniendo en cuenta que son verdaderas bellezas y joyas del campo en el que se hagan, pero que no se tienen en cuenta.
    No sería de extrañar que estudios tan importantes caigan en el olvido, teniendo en cuenta el egoísmo al que está sometido el mundo científico, ya que para cada uno de los científicos su teoría debe ser conocida por todo el mundo y es la más correcta de todas.
    Hablo de científicos, pero también se incluirían otros descubrimientos, teorías, ideas o pensamientos de otro ámbito que no fuese el científico, aunque se les suele agrupar a todos, ya que todos los saberes tienen su parte científica.
    El caso es que el texto pone el ejemplo de la teoría o paradoja EPR, sobre la relación de las partículas. Según el título, el estudios es de Einstein, sólo, pero leyendo el texto encontramos que no lo hizo sólo, también le ayudaron un tal Podolsky y un tal Rosen, científicos que desde mi ignorancia, nunca he oído hablar de ellos, y a lo mejor nunca hubiese oído hablar de ellos de no ser porque hicieron un estudio con Einstein, el paradigma del científico, siempre que sabes algo que los demás no saben (aunque sea de algo sin relación con Einstein, como el arte) dicen: “vaya tío, parece Einstein”.
    Lo que quiero decir, es que si los científicos no hubiesen hecho el estudio con una de las mejores mentes del siglo XX, a lo mejor ese estudio de “bella durmiente”, se hubiese quedado dormido para siempre, porque en la ciencia, al igual que en casi todos los otros ámbitos, no vas a alcanzar una importancia en tu campo, de no haber hecho algo con alguien importante, no digo que pase siempre, pero ocurre con más frecuencia de la que nos gustaría admitir.
    Lo de las “bellas durmientes”, nos ha dejado son conocer algo importante, hasta después de la muerte del autor en todos los campos. Por ejemplo, a Van Gogh, en arte, no le llegó la fama hasta después de la muerte, y me pregunto, ¿ahora, por qué?
    En definitiva, hay otros que acabaron peor, otros, cuyas bellas durmientes, durmieron para siempre.

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