jueves, 26 de abril de 2018

EL SÍ DE LAS NIÑAS

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7 comentarios:

  1. n la obra "El sí de las niñas" del ilustre autor Leandro Fernández se puede apreciar una situación que se daba en aquella época, que se sigue dando en la actualidad.
    En pleno siglo 21, donde ahora nos encontramos, siguen habiendo mujeres que son casadas con hombres por obligación más que por amor.
    Se puede apreciar que a lo largo de la historia, esta situación se ha dado mucho, pero ya es hora de que en esta sociedad se dé el cambio, como ya se ha dado en otros países.
    Podemos ver que la elección del futuro marido recae principalmente en el padre y a veces incluso en el hermano, y a la mujer no le queda otra cosa que acatar la decisión.
    La elección del marido suele ser por intereses familiares y económicos, y esto suele ocurrir en pueblos rurales.
    ¿Es imposible cambiar esta situación?
    Nada es imposible, pero es bastante complicado. Esta situación se debe en gran parte a la educación tradicional que han recibido las personas.
    El otro día mientras hablaba con una amiga, pude entender que está situación para la gran mayoría de mujeres es bastante normal.
    Lo que deberíamos hacer es mostrar a las mujeres lo que pueden y deben hacer ya que la gran mayoría de ellas desconocen lo que pueden hacer.
    Elias El Mrabet

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    Respuestas
    1. ¿siguen habiendo?
      Pregunta a tu alrededor y conéctalo con la realidad de tu país.

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  2. El mundo está en crisis. Crisis económica, crisis política, crisis social. Pero también, en crisis de ideas. De mentalidad. Una crisis de mayor o igual relevancia que aquellas que crean conflictos armados, aunque estos sean conflictos del corazón.

    Una crisis que desde siglos pasados ha aparecido reflejada en la literatura, y aparece particularmente en la obra magna del escritor Leandro Fernández de Moratín, “El sí de las niñas, de la que se desprende una mirada crítica y preocupada hacia la autoridad que ejercen los padres sobre sus hijas respecto al matrimonio.

    En nuestro país, un pequeño territorio al norte africano, el conflicto de los matrimonios forzados es aún vigente. Los jóvenes marroquíes carecen de libertad para escoger a sus futuros cónyuges. Una libertad que se les ha sido arrebatada por una entidad que les somete al yugo de la opresión. Y esta no es ninguna clase de gobierno totalitarista, si no una entidad que en ocasiones puede alcanzar tal agresividad: los padres. Padres que obligan a sus hijos, y principalmente a sus hijas, a tomar como marido al mejor postor. Padres que convierten el negocio en un asunto financiero, y convierten a sus hijos en monedas de cambio.

    Aunque me obligo a afirmar, cruelmente, que las víctimas de estos matrimonios podrían darse por afortunados si su mayor pena fuese vivir sin amor. La mayoría de contrayentes forzados son mujeres, que a menudo son expuestas a la violencia, al abuso y a las relaciones sexuales forzosas, lo que conlleva que sean sometidas y oprimidas por sus maridos, siendo privadas en la mayoría de los casos de una educación, incrementando así la tasa de analfabetismo y potenciando la desigualdad de género de nuestro país.

    Es decir, los matrimonios forzados y de conveniencia, no sólo someten a unas condiciones de vida precarias a sus contrayentes, sino que también suponen nefastas consecuencias para nuestro país.

    Por ello, los matrimonios forzados no son sólo problema del ciudadano pobre que habita en las áreas más rurales y que no tiene más opción que obedecer a sus progenitores, sino también el de cualquier ciudadano que aspire ver a su país alzarse como un país desarrollado. Si conseguimos devolver al ciudadano la libertad personal, nos devolverán el progreso. Con la libertad, destruiremos la inquietante punta del iceberg. Con el progreso, lo destrozaremos entero.

    Nouhaila Amazouz,1º BACH B

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  3. Su cuerpo no es suyo, su vida no la viven ellas, un medio para un fin, un objeto, obligadas a crecer antes de tiempo, con la inocencia robada, asquedas con su propio cuerpo, así es como se sienten algunas marroquíes que son obligadas a casarse por conveniencia, todos los días niñas de entre 14 y 17 años se ven obligadas a casarse con señores mucho mayores que ellas en las zonas rurales, niñas que en vez de estar en la esvuela, desde una edad prematura están en sus casas encerradas, en vez de tener tareas de trigonometría o de lengua se encargan de las tareas del hogar criando a sus hijos, en vez de enseñarles a repetarse a si mismas les enseñan a complacer a los hombres y me pregunto ¿cómo es que en el siglo XXI una mujer es obligada a casarse? ¿cómo la gente puede ser partícipe de ello?¿cuándo las mujeres de considerarse seres humanos y comenzaron a considerarse como objetos o mercancía?.
    Pues yo digo: señor, si quiere salir del hoyo em el que está y quiere comer eduque a su hija que venderla no le hará ningún bien.
    Cuando pensamos en un matrimonio por conveniencia a todos se nos viene en mente una chica de pueblo casada con un señor mayor porque sus padres asi lo quisieron, lo que muchos no saben es que el matrimonio siempre es por conveniencia pero este es un tipo especial orque una parte del matrimoniono esta de acuerdo y es algo de nuestro día a día y que ignoramos, pero ¿no deberíamos de luchar contra por cambiar esto? ¿no deberíamos brindar mejores oportunidades a esas chicas que se ven obligadas a renunciar a su vida?¿no deberíamos crear asociacione para ayudarlas? ¿no deberíamos de enseñarles a ellas y a sus familiares que
    hay otra forma de vida?
    En repuesta a ello, sí.
    Deberíamos, debemos, debremos y lo haremos.

    Zoubida Mesbahi, 1BACH B

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  4. El sí de las niñas siglo 21
    En el último siglo las cosas han cambiado mucho; expansión de la digitalización, revoluciones y protestas por la desigualdad de género, crisis económicas de carácter global y guerras frías y armadas; ¿y el matrimonio?
    Pues por mucho que suene a novela medieval, sigue existiendo el matrimonio arreglado. Aunque veinte años atrás, imaginarían que eso se convertiría en algo anecdótico para tribus. Al parece casarte con quien “tu corazón elija” es la verdadera leyenda.
    La tasa de matrimonios concertados en España es mucho menor que la de Marruecos. Hace dos años se publicó un estudio en el que se afirmaba que 14 millones de niñas eran forzadas a casarse y que más del 20 % de los matrimonios marroquíes eran arreglados por un tercero. En la mayoría de los casos están arreglados entre familiares, primos o familias cercanas, para mantener la economía familiar, la tradición o por interés. Y la víctima, suele ser en la mayor parte de los casos la mujer; que sufre abusos sexuales y agresiones psicológicas y físicas que no son capaces de denunciar porque el código penal no persigue matrimonios forzosos como debería.
    Por otro lado, en España, el matrimonio forzado es una realidad no cuantificada; aunque las estadísticas digan lo contrario. Se arreglan para mantener el estatus social de la familia o ayudar económicamente.
    Pero el mayor problema, es que en Marruecos, como en otros países africanos y asiáticos, la víctima no es consciente de que está siendo privada de su derecho y vive su matrimonio como algo normal. Y está comprobado que esta tradición no está arraigada al Islam, otra cosa es que lo practiquen musulmanes.
    Este problema reside en las zonas rurales mayoritariamente. Y aunque en España y Marruecos se están tomando medidas legales al respecto, un cambio legal no afectará las conciencias.

    Aya Boulmane 1°BAC

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